Atlas

Las montañas del Atlas: en Marruecos también hay nieve... y cuatromiles.

En estas 2 expediciones de nuestro club al Alto Atlas marroquí, la primera en 2014 y la segunda en 2018 con Nevalia, para ascender el Toubkal, pernoctamos la primera noche en Marrakech y, al día siguiente, nos dirigimos en todo terreno hacia el sur, por la carretera de Taroudannt, hasta Imlil, a 47 km. de Marrakech. El valle de Imlil, principal base de ascensión a las cumbres más elevadas del Alto Atlas de Marruecos, se halla a 1.740 m. de altura y significa, en lengua local, algo así como “lugar blanco”, en referencia a la nieve que suele cubrir esta pequeña población durante los meses de invierno. Desde esta aldea, sale un sendero que se adentra en el Parque Nacional del Toubkal por el valle del río Ait Mizane.

Más arriba del valle, en una zona agreste y seca, nos encontramos el morabito de Sidi Chamhrouch, a 2.300 metros de altitud, junto una enorme piedra pintada de blanco que recuerda al santo venerado en la región.

A partir de aquí el camino se hace más duro con fuertes rampas. Unas 6 horas después (hemos parado a comer), llegamos a los dos refugios contiguos del Toubkal: el refugio Moufflon y el del C.A.F. de Casablanca (Nerthel). Pernoctamos en este último durante 2 noches.

Después de descansar, comenzamos el ascenso al Jebel Toubkal (4.167 m.) con las primeras luces en medio de dos días expléndidos. La segunda vez –en Septiembre 2018– lo hicimos con nieve dura y abundante porque acababa de nevar. La subida, como veréis en los reportajes, no conlleva grandes peligros, aunque sí se aconseja buena forma física y crampones.

La vuelta, después de dormir la segunda noche en el refugio, es un paseo cuesta abajo. Una gozada.